Planificar con antelación es muy difícil, y los planes más minuciosos pueden fracasar ante los cambios de contexto y las necesidades de los usuarios. Sin embargo, en muchos proyectos de investigación e innovación de la UE, la norma sigue siendo planificar con la mayor antelación posible, por ejemplo, mediante hitos claramente definidos y fechas de entrega en diagramas de Gantt, dejando poco margen para adaptar los planes "sobre la marcha".